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La noticia bomba del fútbol mundial corrió a cargo de la directiva merengue hace alrededor de un mes. Después de semanas de especulación, decenas de declaraciones de Moratti donde aseguraba que el brasileño se quedaba en el Inter e inconformidades del ecosistema madridista por el trato poco digno que se le estaba dando a Morientes, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, anunció la contratación del atacante Ronaldo Luiz Nazario para las próximas cuatro campañas.

Según se dijo en los medios de comunicación, el traspaso se pactó por 35 millones de dólares más un jugador merengue valuado en otros diez, entre quienes se mencionan Flavio Conceicao, Solaro, Munitis y Raúl Bravo. Terminan así semanas de expectativas, falsas y verdaderas, sobre el futuro del ex-interista y las consecuencias de su deteriorada relación con la hinchada italiana.

Resulta sorprendente la cantidad de billetes verdes por los que el brasileño se incorpora a la plantilla blanca. Apenas terminado el mundial, en el que Ronaldo se consagró máximo artillero del torneo con ocho anotaciones, Massimo Moratti declaró que la carta de su jugador valía 100 millones de dólares, sin duda una cantidad estratosférica que desvanecía las ilusiones de las tres cuartas partes del mundo por hacerse de los servicios del también ex-azulgrana. Sólo la élite del mundo futbolístico podía soñar con vestir al jugador con su camiseta.

Con su nueva política de compra, el Real Madrid intentó persuadir al Inter del traspaso más publicitado en este año. Además de ofrecer billetes, Florentino y sus muchachos ofrecían cualquier cantidad de nombres que forman parte del equipo. El más sonado fuel el caso Morientes. El seleccionado español se encontró de repente en una situación más que incómoda. Después de ser uno de los héroes ibéricos en Japón y Corea, se convertía en el peón del fichaje Ronaldo. Incluso los compañeros de "Moro", encabezados por el capitán Fernando Hierro, se reunieron con Florentino para reclamar que quisiera vender al nueve madridista. Se acabó la odisea, "Moro" se queda, Ronaldo viste el once de Savio, final feliz para todos -menos para Morientes-.

No se acabaron los dimes y diretes -en los que también se involucró el Barsa- hasta el cierre de registros de la liga española. Y todo por 45 millones de verdes. Una ganga, si tomamos en cuenta que Zidane costó nada más 76 millones y el lusitano Luis Figo llegó por 58 millones. El traspaso de Ronaldo apenas se compara al que protagonizó el también brasileño Denilson en 1998 del Sao Paulo al Betis -sin tomar en cuenta los diez millones del jugador que cederá el Madrid-. Aun la negociación de Vieri del Lazio al Inter costó 50 millones, cinco más que Ronaldo, y esto en 1998.

Habrá que esperar para saber si al Real Madrid le salió barato el fichaje, o si las lesiones le hacen una mala pasada al equipo de Del Bosque. Por lo pronto, al conjunto merengue le falta poco para cambiar de nombre a Estrellas de la FIFA. Cuando vayan por Nesta hablaremos de nuevo.

A todos aquellos que aman el fútbol.